Y en las vueltas más lunares, el que no duerme, patina.
De tanto en tanto mira lo profundo de su suela,
sonríe de reojo a quien se encuentra próximo
y sigue deslizándose por los azulejos.

Carrera mar

Me habló un sábalo con mal temperamento,
y no dijo nada que no supiese:
me dijo que los sábalos no hablaban.
Ufa...

Con tanta letra no puedo distinguir si la palabra se dice o se escribe.
Yo por las dudas gesticulo de más,
miro con desconfianza,
río tímidamente
y cada tanto muestro todos los dientes.
De tanta señorita arremolinada,
parece como si se oxidara el aire