Y en las vueltas más lunares, el que no duerme, patina.
De tanto en tanto mira lo profundo de su suela,
sonríe de reojo a quien se encuentra próximo
y sigue deslizándose por los azulejos.

Carrera mar

Me habló un sábalo con mal temperamento,
y no dijo nada que no supiese:
me dijo que los sábalos no hablaban.
Ufa...