Bailemos hasta el punto azul,
Hasta el estómago revuelto,
Hasta la palabra sin palabra,
Hasta la caricia sin mirada.
En tu paso firme de mujer estridente,
Me detengo a escuchar tu resonar.
Y es que a esta distancia se oye cómo las notas forman la silueta de tu melodía.
No quiero construir alfileres de carne, ni separaciones de metal.