Palpitando un ahora precoz, ella vive en la punta de sus dedos, junto a un poco de saliva, un algo de tinta, un tanto de aquello, un mucho de lo oscuro, un ritmo parejo, un humo blanco compartido, un carácter descubierto, un rulo ante el espejo. Cualquiera que desee probarla, toque a su puerta, a su cómo. Pequeña los recibe y promete escurrirse sólo un poco